NO A LA EXPLOTACIÓN DEL HOMBRE POR EL HOMBRE.
El sindicalismo es una consecuencia inmediata del sistema asalariado, los obreros que venden su fuerza de trabajo se hallan individualmente impotentes ante el patrono. Mientras unos hombres que han usurpado los medios de producción, reprimen y explotan a los otros, la injusticia existirá.
Las bases del sindicalismo son el apoyo mutuo frente a la burguesía, conciencia de clase inteligentemente estructurada, solidaridad en la acción a todos los niveles y preparación adecuada para sustituir el capitalismo por una realidad libre, autogentionaria. Este podría ser el verdadero sindicalismo.
Esta práctica sindicalista se enfrenta directamente a la sociedad burguesa. Dicha práctica parte de la idea del socialismo obrero, que es diferente en su concepción a cualquier socialismo impulsado por los intelectuales. La acción sindical es un método de lucha, un instrumento diario de los trabajadores/as, ya que la confrontación es permanente entre clases sociales, entre el proletariado (por mucho que lo quieran dividir) y la burguesía propietaria, capitalista, política e intelectual.
El sindicalismo autónomo es la táctica o método de lucha que el movimiento anarquista siempre ha aconsejado. Sería un error desdeñar la acción sindical por parte de quienes desean la libertad humana. En España se asombró al mundo con la táctica y práctica anarcosindicalista (que no es otra cosa que un sindicalismo consciente de su opresión). Dicha práctica es claro ejemplo de la necesidad de un sindicalismo autónomo y revolucionario.
Si bien es indispensable el repudio de la sociedad actual, éste no basta. Es necesaria la lucha por una nueva sociedad y forma de vida, acordes con la naturaleza. Conseguir mejoras inmediatas conla lucha sindical es la "gimnasia" para eliminar la autoridad y el capitalismo.
Las voces que afirman que el sindicalismo es un cadáver por el que no vale la pena luchar o que la falta de conciencia de clase en el proletario es irrecuperable; no han entendido en toda dimensión lo que significa la palabra revolucionario. Para el militante obrero, revolucionario en estado puro, existe una razón, un sentimiento poderoso e inagotable; lucha por una causa justa. Esa es la razón, el argumento primordial de su acción militante.
Por otro lado, nunca se puede dar por finiquitado el ansia de emancipación, la voluntad de transformación social. Existen altibajos, trampas desde arriba, errores de tácticas; pero enterrar el deseo de libertad, es enterrar la vida misma.
Pensamos que la multitudes no querrán ser siempre esclavas como ahora. El ideal libertario llegará también al fondo de su ser, como ha llegado a la activa minoría obrera que se apresta a enmaciparse integramente. Que sea más pronto o más tarde, que nuestras impaciencias tengan o no que echar el freno, ¿que importa?.
Lo esencial es que cada uno cumpla con su deber militante en la seguridad de que al cumprilo anticipamos, aunque sea un minuto, la llegada de la liberación común.
CNT - AIT F.L. Puebla de Río (84).
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