
El reformismo avanza. Los revolucionarios no saben hacer otra cosa que quejarse de la perfidia reformista. La queja es clara: dicen que los reformistas se juntan con más reformistas, elaboran planes reformistas, y luego los llevan a cabo (colmo de la maldad según parece).
Por ejemplo: con esto del quince eme he tenido el gusto de contemplar a los revolucionarios, doliéndose de que las asambleas eran dominadas por infiltrados que proponían cosas reformistas… Ay. Toda la vida los revolucionarios defendiendo los modelos asamblearios de decisión popular, y cuando el pueblo se los pone en bandeja, los revolucionarios no son capaces de ponerse con el micrófono a decir lo que piensan…, y a llevarlo a cabo con más gente. Amigos: una asamblea no es como la redoma del alquimista, que trasmuta el mercurio en oro.
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