miércoles, 1 de mayo de 2013

1º de Mayo Revolucionario



Otro primero de mayo más, otro homenaje a los mártires de Chicago, la lucha por la jornada de 8 horas y por la clase trabajadora. Corren malos tiempos para la clase obrera. Y no es la supuesta crisis la que nos está machacando nuestras vidas. No es el autoritarismo de las clases gobernantes. No es la represión judicial. Nuestro problema es la obediencia, la falta de solidaridad entre los nuestros. La atomización del individuo ha creado seres individualistas y competitivos.

Somos nosotros los anarquistas, los que somos tildados de locos y violentos cuando decimos que queremos una sociedad de hombres y mujeres libres, donde no tenga cabida cualquier tipo de autoridad. Nuestro deber es el de construir estructuras donde los principios anarquistas no solo sean de boquilla. Sabemos que muchos partidos y sindicatos recuperan valores como asamblearismo, autogestión, solidaridad… por una cuestión electoralista. 

Nuestros principios son férreos, nosotros no vamos a vendernos por un plato de lentejas. Entendemos la marginación a la que nos exponemos, tanto por la derecha como por la izquierda. No nos resentimos ni nos quedamos en casa soñando con utopías.

Desde 2008 ya hablaban de una crisis que iba a terminarse hará 2 años. No esquivemos la realidad. Esta crisis es la decadencia del capitalismo, que a su vez ha servido para que la burguesía sigue forrándose los bolsillos a costa de nuestro trabajo. Hemos perdido la poca paciencia que nos quedaba. No creemos en las promesas de un mundo mejor. Somos nosotros mismos quien creamos ese mundo nuevo. Un mundo que late fuertemente en nuestros corazones y crece en este mismo instante. 

La CNT tiene muy clara su línea de acción. Somos los enemigos irreconciliables del Estado y el Capital. Hablamos de la manera más nítida, pues no tenemos intereses propios más que los que pueda tener la clase obrera. Queremos la emancipación de la clase obrera, la disolución del Estado sustituyéndolo por asambleas de barrio o colectividad, federadas a sus asambleas más próximas. 

Queremos la sustitución de las leyes por un pacto federativo asumido libremente por los individuos, capaz de cambiar en base a la decisión de la mayoría. Queremos la abolición del dinero, de las cárceles, de la propiedad, tanto privada como estatal.

 Lanzamos un claro mensaje a la clase obrera española, sindicada o no. Ya basta de aspirar como mucho a mantener nuestro puesto de trabajo, aguantando los gritos del jefe. Ver como el fruto de nuestro trabaja se despoja en manos de la burguesía y del Estado. Nuestra única solución pasa por lo que siempre hemos repetido: la toma de los medios de producción.

Muerte al Estado y al Capital. Viva la CNT. Viva la anarquía.

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