Amadeu Casellas, un reflejo de la sociedad

Amadeu en el local de CNT Alicante

Amadeu Casellas visita Alicante de nuevo, hace ya cuatro años, al poco de ser puesto en libertad, ya vino a Alcoi a hablar del sucio negocio de las cárceles, ahora viene a presentar su libro "Un reflejo de la sociedad".

Militante anarquista, se ha pasado la mayor parte de su vida en las cárceles del estado español. Afiliado a CNT desde 1973, tomó la vía de la expropiación de bancos. El dinero recaudado lo repartían entre la lucha obrera y personas que lo necesitaban.

Dentro de la prisión, optó por la lucha a través de huelgas de hambre y las huelgas de brazos caídos, que paralizaban las cárceles. Los motines, cuenta, solían acabar mal, con más represión sobre nosotros y pocas soluciones.

Trabaja en la COPEL (Coordinadora de Presos En Lucha), y realiza decenas de huelgas de hambre, también se cosió los labios en señal de protesta. Amadeu sufrió durante años el aislamiento en el infame e ilegal régimen FIES, pero ni la cárcel ni sus carceleros pudieron doblegar a este luchador nato. Ante las adversidades, Amadeu se crecía, cuenta que cada vez que salía al patio (solo), los carceleros le destrozaban y revolvían la celda, pero, lejos de alterarlo, Amadeu conseguía poner esto a su favor, - " Gracias, así me podré entretener un par de horas por lo menos..." - les decía a sus captores.

La última huelga de hambre fue para su propia causa, su libertad, estaba dispuesto a llegar hasta el final, ya que sabía que había superado el tiempo máximo de estancia en prisión, y que, según las leyes fascistas de esta democracia, hacía años que tenía que estar entre nosotros. Fue la más dura, la más larga, con apoyos en todo el mundo, Canadá, Argentina, la Cruz Negra Anarquista, la CNT, los grupos de apoyo a Amadeu e infinidad de grupos anarquistas y otros colectivos se lanzaron hacia su liberación.

LIBERTAD O MUERTE fue su consigna, casi 100 días en huelga de hambre y con muchas posibilidades de que le quedaran secuelas, pero Amadeu continuó, estaba decidido a salir de ese pudridero, vivo o muerto. Finalmente, es puesto en libertad de inmediato.




Hoy está querellado por los 8 años de más que ha estado en prisión (según sus leyes), no le devolverán nunca ese tiempo, y si Amadeu no hubiera sido como es, hubiera muerto de una enfermedad que se lleva a muchos compañeros; la cárcel.