La mañana del pasado jueves 4 de diciembre, una vez más las
compañeras de la CNT-AIT nos dirigimos a solidarizarnos con la compañera despedida
por parte de la empresa Cruz Roja. Una vez más, acudimos a la hora de la
apertura de este centro y tornamos a desplegar nuestra pancarta y banderas. Una
vez más comenzamos a informar, panfletear y clamar por todo lo alto contra la
tiranía de este despido y la injusticia que en él habita. Una vez más volvimos,
y dejamos clara la postura de la compañera Ana y del sindicato; como dijimos
aquella mañana, repetimos: Por la
readmisión de nuestra compañera, por la dimisión del coordinador del CIBE y por
la auto organización de las trabajadoras en Cruz Roja.
Una vez más rechazamos la actitud de la empresa en este conflicto.
Rechazamos una vez más la trata diaria que se da hacia los usuarios y usuarias del centro. Rechazamos la actitud impasible del coordinador para
entrar al centro, los empujones del guardia de seguridad para asegurar su
entrada, y de paso asegurar su amistad laboral, así como la presencia policial
durante la acción.
Unas empresas viven de la explotación, otras de la caridad,
unos sindicalistas viven de las subvenciones o de las cuotas, otras viven por y
para la lucha. Para ello hemos venido, y que quede claro, ¡que no nos vamos! Como
de clara queda la solidaridad demostrada por la anarcosindical en otras partes
del Estado, porque han echado a Ana del trabajo, pero nos han echado a todas a
la calle. Seguimos luchando.
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