La Huelga de la Canadiense. La versión del emprendedor:

 El día 5 de febrero de 1919, la honrada compañía Riegos y fuerzas del Ebro, perteneciente a la empresa Barcelona Traction, Light and Power Company, Limited, más conocida como La Canadiense, hacía las típicas cosas nobles de una empresa; explicar a sus empleadxs que el dinero no da la felicidad, alargar sus jornadas laborales, despedir a quienes decidieran protestar…

Pobres empresarixs.

Entonces, en solidaridad con lxs desagradecidxs que se atrevieron a exigir mejores condiciones de trabajo, la organización terrorista CNT emprendió acciones contra los pobres erradicadores del paro infantil, a quienes llamaban explotadores y empezaron a hacer cosas de sucixs y

asquerosxs sindicalistas, como existir y respirar, como si el aire no tuviera un precio. La

patronal, indefensa, se vio obligada a recurrir desesperadamente a inocentes aficionadxs al

tiro al blanco, para ver si podían hablar con lxs malvadxs anarcosindicalistas y convencerlxs de que el capitalismo es justo, funciona y da lo que promete, siempre que unx trabaje duro por

dios y por España, por supuesto.

Pero lxs sucixs y asquerosxos sindicalistas de la Confederación Nacional del Trabajo eran

cortitxs de entendederas y lxs amigxs del tiro al blanco de la patronal intentaron explicarles

mediante sólidos argumentos que el trabajo duro dignifica, que más vale un trabajo de 16

horas diarias de Lunes a Domingo que estar en paro y que el fascismo es de lo más cómodo. A ver, que igual deberían haber utilizado muñequitos en vez de pistolas para explicarles tan brillantes razonamientos, pero ya se sabe, una cosa lleva a la otra. En fin, que recurrieron a los tutoriales del YouTube de la época sobre cómo esconder cadáveres, evadir impuestos en Andorra y sin más distracciones, continuaron con su ejemplar labor.

La heroica misión de la patronal y sus amigxs del tiro al blanco tardó más de un mes en ser

cumplida, pues lxs perversxs anarquistas de la CNT no daban su brazo a torcer en cuanto a sus diabólicos deseos de tener un trabajo que les permitiese vivir como personas. Mientras tanto, la pesadilla continuaba; lxs trabajdorxs de otros sectores también se sumaron al chantaje de lxs violentxs y empezaron a exigir locuras como la readmisión de lxs despedidxs, el derecho de sindicación y bebés foca a las finas hierbas para comer y de beber, fetos abortados con microchís.

Finalmente, y pese a su formidable resistencia, la patronal tuvo que ceder en algunas cosas

ante la insistencia de lxs enemigos del trabajo y las buenas costumbres. Acabaron permitiendo que sus empleadxs no trabajasen más de 8 horas, un tercio de la jornada… ¿Cómo se iba a conseguir así que la productividad siguiese manteniéndose, con los trabajadorxs teniendo una vida fuera de las fábricas?. Entonces, lxs obrerxs se vinieron arriba y cada poco tiempo, hacían cosas de sucixs y asquerosxs sindicalistas cada vez que un emprendedor echaba de su fábrica a un indeseable enemigo del capitalismo y su justo estilo de vida, cada vez que un derrochador

exigía caprichos como medidas de seguridad en su trabajo, o cada vez que una mujer exigía ser tratada como una persona.

Malos tiempos para ser emprendedor. Si no, que se lo digan a Amancio Ortega.

Pd: VIVA LA CNT-AIT!! (A)

x-D.C.-