CNT Palencia lamenta el riesgo de pérdida de los 250 puestos de trabajo de la Fábrica de Armas en esta ciudad, propiedad desde 2013 del grupo empresarial noruego Nammo. Riesgo de momento mitigado por un contrato de noviembre de 2014, presentado ahora “in extremis” por el Ministerio de Defensa cuando ya era conocido desde el año pasado, pero que al ser 20 veces menor que el pretendido por la empresa probablemente supondrá despidos o simplemente retrasar su cierre.
Sabemos de la pésima situación económica actual y el trauma que supondrá para estos trabajadores y trabajadoras afrontar el desempleo y tener que volver a buscar un trabajo tras años en la misma fábrica, pero esta “desgracia” la debemos enfocar a una escala social, de solidaridad internacional y antimilitarista por lo que no debemos cegarnos en los números y dejar de denunciar el carácter antisocial de este tipo de actividad productiva armamentística.
CNT Palencia quiere dejar claro que no se deben mantener algunos sectores productivos antisociales como son todos aquellos relacionados con la industria militar. Ser trabajador no consiste en trabajar a cualquier precio sino que deberíamos ser conscientes de las repercusiones que nuestro trabajo origina. Si trabajamos en la creación de munición o en cualquier otro sector relacionado con la industria militar, nuestro trabajo originará guerra, muerte y destrucción, cuyo objetivo es siempre el defender los intereses de la clase dominante Estatal y capitalista, ya sea con la venta del propio material bélico o mediante el ataque de países argumentando cualquier excusa. Ante esto, la clase trabajadora no debemos dejarnos engañar: no merece la pena mantener este tipo de puestos de trabajo que a la larga nos perjudican a nosotros y en lo inmediato a nuestros compañeros y compañeras de clase de otros países.
Comunicado completo
Extraido de CNT Palencia
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