Como ya sabe parte del movimiento libertario, desde hace varios años
la CNT-AIT se enfrenta a un proceso de asfixia por parte de una organización que
se dice anarcosindicalista y que también se hace llamar CNT. Los individuos y
agrupaciones anarquistas que se sienten ajenas al anarcosindicalismo perciben
esta situación con recelo, con escepticismo e incluso con cierta ironía, y piensan
que es absolutamente decadente e irrisorio que en el Estado español existan
“dos CNT” fruto de una “escisión”, que se tornan irreconciliables y que, además,
se encuentran inmersas en una “batalla de siglas” en la que ambas pugnan por
ostentar las históricas siglas, dejando así a un lado, los verdaderos problemas
sociales y políticos a los que debería enfrentarse el anarquismo y el
anarcosindicalismo.
Nos vemos en la necesidad de desmentir esta idea de una supuesta
batalla de siglas y explicar qué es lo que sucede en el seno del
anarcosindicalismo en el Estado español y a nivel internacional.
Pero tratando de no abrumar a aquellas personas que leéis este
comunicado, hemos evitado hablar detenidamente de todos los abusos,
usos deshonestos de los acuerdos y la orgánica, atropellos,
corruptelas y agresiones que se han cometido estos últimos años.
Sólo hemos querido hablar de las cuestiones centrales, sin meternos
en los detalles. Somos conscientes de que queda pendiente por nuestra
parte un trabajo de visibilización de todas estas bochornosas e
intolerables actitudes. Por tanto, la intención de este texto no es
sumergir a quienes lo leen en un mar de datos, fechas y nombres, ya
que hay harto material escrito que viene explicando desde el
principio qué es lo que sucede con más o menos detalle. Un material
que además se está recuperando para hacerlo más accesible a
quienes tengan interés. Lo que se pretende con este comunicado es
poner en situación al actual movimiento anarquista y lanzar unas
cuantas reflexiones al respecto para que, si se estima conveniente,
todxs lxs compañerxs puedan juzgar por sí mismxs lo que está
sucediendo y tomar un posicionamiento ante ello.
La CNT-AIT siempre ha funcionado de manera asamblearia y horizontal,
incluso en su estructura de confederación de sindicatos y como
sección de la AIT. Esto significa que los Comités Locales,
Regionales y Nacionales, que no son más que grupos de compañerxs
que se encargan de coordinar las actividades en distintos niveles, no
tienen ningún poder de decisión más allá de lo que acuerden lxs
afiliadxs. Las decisiones que se toman en la Confederación parten
directamente desde la base de los distintos sindicatos, y así se
elevan las decisiones hasta el ámbito nacional. Para ello, todxs lxs
militantes de la CNT-AIT tienen conocimiento y pueden participan (o
así se fomenta y se potencia desde los propios estatutos) de todo lo
que sucede a nivel confederal. Si estos Comités fueran quienes toman
las decisiones por el resto de los sindicatos y militantes,
estaríamos ante una estructura vertical y autoritaria que nada tiene
que ver con los principios de la horizontalidad y la no delegación
del anarquismo y el anarcosindicalismo.
Aquí reside una de las cuestiones principales de la lamentable
situación actual. El Comité Confederal y las secretarías de la
CNT-AIT (cuando aún era “una”), de manera unilateral y a
espaldas de los sindicatos que formábamos la CNT-AIT, dejó de pagar
las cuotas a la AIT durante dos años aproximadamente, malgastando y
usando ese dinero para los fines que ellxs consideraban oportunos.
Las personas que tomaron estas decisiones a espaldas de la
Confederación, consideraban a la AIT poca cosa y a sus secciones
demasiado insignificantes como para que valiera la pena pertenecer a
ella. Por otro lado, la CNT© (desde este momento la nombraremos así,
ya diremos el porqué) comienza a organizar conferencias de carácter
internacional con otras organizaciones, al margen de la AIT y con la
intención de empezar a dar forma a lo que sería la CIT
(Confederación Internacional del Trabajo), una “nueva
internacional”, a nuestro juicio, con tintes poco libertarios. Todo
esto, como es lógico, terminó por provocar su expulsión de la AIT.
Pero más allá de esos premeditados movimientos del Comité
Confederal de la CNT© y algunos comités y secretarías que costaron
la expulsión de la AIT, vemos como una parte de la militancia, por
desconocimiento o indiferencia, ha permitido que suceda todo lo que
esta actitud centralista y autoritaria de la CNT© ha desencadenado.
Una militancia que se ha dejado arrastrar hacia un nuevo
planteamiento organizativo enfocado más a lo estético que a lo
ético. Más en el marketing que en lo ideológico. Más hacia la
filiación de “cuotas” que de militantes activxs. A deshacerse de
todo aquello que no les interese para desarrollar el “plan de
crecimiento exponencial de la organización”. Los sindicatos de la
CNT-AIT son lo que la afiliación hace de ellos. Por esto mismo lxs
anarcosindicalistas buscamos la militancia, la participación de lxs
afiliadxs en el funcionamiento de la organización, para poder crear
los ansiados lazos de apoyo mutuo y solidaridad que son la base de
nuestra lucha contra la autoridad, pero también contra la pasividad
y la delegación de nuestra emancipación en institución alguna.
Somos una organización entre iguales donde lxs trabajadorxs nos
necesitamos unxs a otrxs para mejorar nuestras condiciones de vida y
hacer camino hacia el horizonte libertario. Esa es la razón por la
que preferimos una organización con militancia activa, consciente y
en constante formación y reflexión, a un sindicalismo que prioriza
una afiliación masiva (a través de afiliaciones telemáticas, por
ejemplo) de la que no se espera ningún potencial transformador, ni
siquiera la asistencia a las asambleas, salvo su cuota y sus datos
para inflar números y obtener beneficios. Así, el hecho de la
existencia de una cúpula dirigente en la CNT© que toma las
decisiones sin haber informado ni consultado a la militancia, es muy
esclarecedor para comprender en qué lugar deja a sus afiliadxs una
organización que se dice anarcosindicalista.
También hemos visto cómo dentro de esa CNT© crecía la idea de que
cuanta más filiación (que no militancia) y cuotas aporta un
sindicato, federación o sección de la Internacional a la
organización, más autoridad y poder de decisión debe tener a la
hora de llegar a “acuerdos” (si se les puede llamar así) con sus
compañerxs de otras localidades o regiones. No es necesario señalar
lo perjudicial que resulta esta lógica en una organización fundada
sobre la solidaridad, el libre acuerdo y el federalismo
antiautoritario. Los resultados ya han comenzado a entreverse:
búsqueda de filiación como manera de conseguir votos (o compra
directa de votos inflando la filiación con cotizaciones falsas), y
un centralismo que da todo el poder de decisión a las grandes
ciudades frente a las pequeñas localidades. Este autoritarismo
centralista nada tiene que ver con un federalismo anarquista basado
en la solidaridad y la búsqueda del consenso. Esta es sin duda una
de las cuestiones que ha llevado a la CNT© a atacar a la AIT.
Entendemos que una organización que pretende servir de germen para
una sociedad libre y anárquica, no puede fundar sus acuerdos sobre
el sometimiento de la voluntad de sus compañerxs de lucha. No
buscamos imponernos mediante el voto, buscamos transmitir una
opinión, un posicionamiento, un acuerdo sobre un asunto, tratando de
llegar al consenso. Fuera de esa dinámica intencionada, toda
decisión tomada mediante el voto, sin debate, sin cesiones y
búsqueda de zonas comunes, se demuestra conflictiva, forzada, y
puede llegar a provocar daños irreparables, como de hecho ha
sucedido.
¿Y cuál es el resultado de todo esto? Una fractura y un
enfrentamiento entre dos organizaciones que hasta entonces eran una
sola, la CNT-AIT. A partir del momento en que las dinámicas y
lógicas centralistas y autoritarias se convierten en norma, toda
discusión y toda discrepancia se resuelve con expulsiones en una
magnitud que nunca antes se había visto. Se fuerzan los acuerdos,
los estatutos, nuestra orgánica, todo con el objetivo de silenciar,
forzar la desfederación o directamente expulsar a los sindicatos y
compas que trataban de hacer frente a esta deriva tan alarmante. Una
purga en toda regla. Desde que comenzaron las maniobras del Comité
Confederal y sus partidarixs, al menos 30 sindicatos han dejado la
CNT© o han sido expulsados. Aquellos que permanecieron en la CNT© y
se mantuvieron críticos con la actitud del Comité Confederal,
también terminaron siendo expulsados. En todo este proceso la CNT©
ha demostrado ser una organización que rechaza el diálogo con sus
compañerxs y que se limita a contar los votos con los que sacarán
adelante sus acuerdos.
Algunos de estos sindicatos, avergonzados y radicalmente contrarios
ante la deriva que estaba tomando la CNT©, decidieron en 2015
iniciar un proceso de reestructuración de la CNT-AIT, que culminó
en 2017 con el reconocimiento de esta organización como la sección
de la AIT en el Estado español.
Pero en los planes de esta irreconocible CNT© no hay lugar para la
existencia de una CNT-AIT. Viendo que el compromiso y la afinidad del
anarcosindicalismo hacia la AIT no sólo no había desaparecido, sino
que estaba creciendo y consolidándose, con adhesiones de nuevos
sindicatos y secciones, ese mismo 2017, el Secretariado Permanente
del Comité Confederal de la CNT©, Enrique Hoz, una vez más sin
acuerdo de los sindicatos y a espaldas de su organización, contrata
(a costa de los fondos confederales) a un abogado de Sevilla con el
fin de demandar a siete sindicatos de la CNT-AIT (junto al Ateneo
Libertario de Albacete) ante los Juzgados de lo Social de seis
provincias distintas. La acusación: “usurpación de siglas y daño
de imagen pública”. Los juzgados de lo social provinciales se
declaran incompetentes por considerar a los 7 sindicatos demandados
una misma estructura organizativa a nivel estatal. No satisfecha con
el daño causado, en la segunda mitad de 2020, con una CNT-AIT que
lejos de desaparecer sigue creciendo tras su reestructuración, la
CNT© vuelve a hace uso de la justicia del Estado para intentar
acabar con la CNT-AIT, pero esta vez lo hace a través de la
Audiencia Nacional. Bajo las mismas acusaciones, reclamaba 50.000
euros de indemnización a cada sindicato, sumando a los siete
anteriores más sindicatos (algunos de los cuales ni siquiera
existían cuando esto estalló). Y por si esto no fuera suficiente, a
algunos sindicatos se les acusa incluso de estar ocupando un local
patrimonio de la CNT©, cuando ni siquiera tienen un local y se
reúnen en otros espacios ajenos a la Organización .
Es su objetivo, adueñarse del poco patrimonio del que aún dispone
la CNT-AIT, sus locales, para poderlos vender y seguir pagando las
tarifas y dietas de sus profesionales del sindicalismo, sus
amiguismos, sus corruptelas y todos sus vergonzosos gastos (que
además trataron y en parte consiguieron ocultar).
Durante todo este proceso de lo que muchxs entienden erróneamente
como una batalla de siglas, la avaricia y la falta de principios
éticos y anarquistas por parte de la CNT© provocó que algunos
sindicatos acabaran desapareciendo y que buenxs compas abandonasen,
pisoteando y tirando por tierra el enorme esfuerzo de muchxs
trabajadorxs por levantar la organización y la cultura
anarcosindicalista. Al principio del comunicado decíamos que hace
menos de 10 años, en el Estado español sólo había una CNT y
ahora, en el 2021, decimos que sigue habiendo una sola y legítima
CNT, la CNT-AIT. Nos defenderemos de estos miserables ataques y no
regalaremos nuestros locales, nuestra memoria documental y nuestra
historia. Pero también queremos decir que nuestro principal
patrimonio, nuestra mayor riqueza es nuestra militancia, y esa nunca
la podrán arrebatar ni destruir. No han podido las Monarquías, ni
las Dictaduras, ni los infiltrados, ni los montajes policiales y
tampoco podrá esta irreconocible organización. Han tomado un camino
que les dirige hacia el sindicalismo de servicios, hacia una
organización cada vez más profesionalizada, centralista y vertical,
alejándose de los principios del federalismo anarquista. No es de
extrañar que, bajo esa óptica centralista y jerárquica tan
obsesionada con la imagen y el marketing, el CNG de la CNT© haya
decidido registrar su logo, bandera y siglas, tratando además de
sacar tajada de ello en los tribunales (de ahí la ©). Casi
pareciera que nos estuviésemos enfrentando a una empresa en vez de a
una organización supuestamente anarcosindicalista.
Luchamos y seguiremos luchando para defendernos, al tiempo que
continuamos trabajando incansablemente para socavar las estructuras
de poder y construir la sociedad que deseamos. Ha llegado el momento
de romper el silencio, de que el movimiento anarquista y el
anarcosindicalismo de todas las regiones del mundo conozcan la
situación de la CNT adherida a la AIT. Ha llegado el momento de que
todxs, incluidos los sindicatos y lxs militantes que hoy día forman
parte de la CNT©, tomen partido y dejen de lado la indiferencia.
¡En defensa del anarcosindicalismo, del internacionalismo y de la
lucha anarquista!
¡En defensa de la CNT-AIT!